Estamos frente a una obra que me dejo pensando. Y no puedo pensarla de otra manera, que no sea analizándome.
Puedo decir que mis prejuicios me jugaron una vez mas una mala pasada. La realidad es que pensé que estaba frente a una mala obra de teatro. Habrá sido el nombre? habrá sido el tipo de publicidad en la calle? no puedo darme cuenta que fue, pero mi prejuicio me hizo esquivar esta obra por mucho tiempo.
Casi por casualidad, decidí y de mala manera ir a verla, un viernes a la noche con mucho frio. Mientras estaba llegando al teatro, me preguntaba a mi mismo, porque me había dejado convencer por la agente de prensa.
La obra me pareció muy divertida, de principio a fin. Las actuaciones fueron todas muy buenas, se ve una excelente dirección, ya que todo fluye con mucha naturalidad, inclusive los gags de Nicolas, que son brillantes.
La escenografía y vestuario acompañan perfectamente.
Yendo a la historia, me resulto una interesante mirada del tema central, La eutanasia, cruzada con una divertida diferencia de clases con todos los prejuicios, que si bien están muy rastrillados, estuvieron muy interesantes. En el fondo no dejaba de hablarse de las relaciones humanas, de la vida y la muerte, de las prioridades de cada uno, del que dirán, del amor, de la culpa, del odio de clase, etc.
Recomiendo la obra que no dejara de divertirnos ni un instante.
