Abandonemos Toda Esperanza

Estamos frente a una tragedia hogareña en codigo de comedia. Un cambio de rumbo de una familia clase media comoda que tras las consecuencias de un padre adicto al juego termina apostando su propia familia. Una Madre con aires de clase alta, que no deja de hacerle saber a la persona que trabaja en la casa, que no pertenece a esa clase social. Unos hijos que han decidido diferentes rumbos con mayor o menor ayuda que la suerte de su propia naturaleza.


Una gran obra para ver, disfrutar, discutir y repensar. Los personajes están bastante bien desarrollados, la dirección de Alfredo Martin, es muy buena. La escenografía, los vestuarios y la iluminación colaboran mucho para dar el ambiente perfecto.

No vi necesario y de hecho me molesto, la utilización de un cigarrillo en escena, dejando un desagradable olor en la sala, ideal para distraer de la obra al publico.

Recomiendo esta obra para disfrutar.